LA PRIMERA VEZ QUE FUI AL TEATRO.
LA PRIMERA VEZ QUE FUI AL TEATRO.
“LLEVATE AL NENE” sonó la voz de mi abuelo materno, EMILIO
ALLENDE cuando MARTA, una de mis tías, le indico que iba a la IGLESIA para
ayudar a un grupo de mujeres en algo… El nene era yo, que por alguna razón
percibí que a Marta la orden de PAPA (así llamábamos al abuelo) no le había
placido nada… Marta molesta, pero disimulando pues papa no ‘comía cuentos’,
Pero yo contento…Contento-contentísimo porque iba a pasear… Caminamos desde
el gran caserón de la calle Laura 1855 hacia la calle Las Flores y ahí subimos
hacia LA LOIZA… Cuando llegamos a la esquina, al cruzar, en la parada de
guaguas frente a los ALMACENES Infanzón, una mujer que yo no conocía saludo muy
efusivamente a Marta quien le respondió: “Cruzo seguida, deja entrar aquí a la
FARMACIA AMERICANA” (Farmacia que aun esta allí y con el mismo nombre)… En la
farmacia, Marta me compro el paquete de dulces más grande que yo jamás había
visto, que quizá era una fundita, pero desde mi pequeña estatura de entonces,
la veía grandísima…Por el resto de la tarde me entregue a una misión: Comérmela
completa para no tener que darle ni uno a CHIQUI o VERITA (mis hermanos), al
regresar… -Cosas de muchachito- Je, je… Cuando cruzamos al otro lado, donde
esperaba la amiga, me estuvo extraño, pues la única iglesia a la que nos
llevaba la tía OLGA en la Loiza era a la SANTA TERESITA y el camino
era hacia el lado opuesto…Y como de vez en cuando íbamos a la SAN JORGE
con PETRITA, (otra tía) ya yo sabía que el camino era atravesando por la CALLE
PEREZ… Pero, no le preste mayor atención, mi misión eran los dulces, así que
guarde silencio (porque usualmente lo cuestionaba todo) y comí… Cuando llegamos
al lugar que íbamos (Hoy sé que era el VIEJO SAN JUAN), entramos en un lugar
extraño para mí, pero un lugar que me despertó mucha curiosidad… QUE IGLESIA
RARA, pensaba… ¿Dónde está el crucifijo?, Tampoco veo monjas… ¿Y las velas?...
Aun así, en el lugar había algo que me gustaba…”Cuando no quieras más dulces me
das la funda para ponerla en mi cartera y te puedes dormir si quieres” me dijo
Marta… ¿Permiso para dormirme en la iglesia?... Que raro, pensé, pero
RARO-BUENO… De momento se apagaron las luces… Yo no lo podía creer ¿Sera por
eso que puedo dormir, porque nadie me va a ver? Agradablemente sorprendido
seguía pensando…ESA IMAGEN LA RECUERDO CON MUCHA PRESENCIA…De momento, aquellas
cortinas del frente se abrieron y tras ellas había algo que yo no podía ubicar
en el contexto de la misa… Aquello como que era MEJOR…Mi evocación es que una
sensación de profundo placer me envolvió… No entendí NADA de lo que allí
sucedió, pero no me dormí ni un segundo… AQUELLO ME ENCANTÓ... Aquella tarde
paso por mi mente, un pensamiento que hoy, puedo articular, Y lo traduzco
a: “YO QUISIERA ESTAR EN ESTE SITIO TODO EL TIEMPO” (no creo que el concepto de
‘Toda la Vida’ fuera parte de mis referencias a esa edad) … No recuerdo si
terminé de comer los dulces, pero si que mi atención luego de que las luces se
apagaron y se abrió la cortina, CAMBIO… Aquella IGLESIA DIFERENTE me parecía
MARAVILLOSA… Años después, cuando cursaba yo el quinto grado en el COLEGIO DE
LOURDES, la maestra (MS. VARGAS), nos asigno como proyecto, escribir una
anécdota sobre alguna experiencia de mucha alegría, para luego leerla frente a
la clase… Aun antes de que ella terminara las instrucciones, yo SABIA la
anécdota que quería escribir, pues la pensaba con frecuencia…Había, claro,
detalles que yo aun desconocía: ¿Era aquello verdaderamente una
iglesia? ¿Por qué entonces no había un cura? ¿Por qué nadie cantó ni se
arrodillo?… El fin de semana, cuando fuimos a la casa de las tías, como
solíamos hacer, fui directamente a donde Marta, para plantearle mis
interrogantes… Ella se echo a reír… Luego, me confesó: “¿Tu te acuerdas de eso?
Nene, tu eres un peligro.” Y continuo; “Pero, como guardaste silencio, y a
estas alturas, que importa, te diré: aquella tarde a dode fuimos fue al
matiné del TEATRO TAPIA y vimos una obra que se llama LOS SOLES TRUNCOS” … Hoy,
atando los cabos sueltos finalmente, solo alcanzo a pensar: Dios mío, mi vida
ha estado repleta de momentos que hoy identifico como ‘atisbos a mi misión
asignada’, digo, siendo casi un bebe de 5 años, YO ESTUVE ALLI, EN
AQUEL FIN DE SEMANA QUE FUE EL ESTRENO MUNDIAL DE LOS SOLES TRUNCOS DE RENÉ
MARQUÉS, CON GILDA GALAN, MADELINE WILLEMSEN Y MYRNA CASAS, DIRIGIDAS POR
VICTORIA ESPINOSA EN EL PRIMER FESTIVAL DE TEATRO PUERTORRIQUEÑO DEL INSTITUTO
DE CULTURA…(Y recientemente supe que fue la primera vez que Victoria dirigió
profesionalmente)…
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